Bagdad.- La cifra de muertos por los atentados con coche bomba en dos concurridas zonas comerciales en Bagdad aumentó a 131 y unas 200 personas resultaron heridas, mientras el grupo extremista Estado Islámico (EI) amenazó con cometer más ataques.
Ambos ataques, uno de los más sangrientos de la historia de Irak, se registraron casi al final del mes sagrado de Ramadán, cuando las calles estaban abarrotadas de jóvenes y familias que habían salido tras el ocaso.
Según fuentes hospitalarias y policiales, citadas por la cadena Al Yazira, al menos 131 personas murieron y alrededor de 200 resultaron heridas en los dos ataques, la mayoría en una calle comercial en Karrada, un barrio de mayoría chiita en el centro de Bagdad.
Sin embargo, funcionarios iraquíes dan cuenta de 95 víctimas mortales y 200 lesionados en ambos atentados.
Un suicida detonó el vehículo que conducía en medio de una multitud congregada cerca de la tienda de helados Yabar Abu al Sharbat, ubicada en la zona de Karrada, donde la explosión destruyó e incendió varias tiendas aledañas, informó la policía.
La heladería más popular y antigua de la capital iraquí estaba muy concurrida a las 01:00 horas locales (22:00 GMT) debido a que durante el mes sagrado de Ramadán es habitual prolongar las noches en la calle.
El Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado y advirtió que “los mujaidines proseguirán los ataques contra los renegados”, en un comunicado difundido en las redes sociales, en el que aseguró que el objetivo eran los chiitas.
“En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato en la ciudad de Bagdad, el hermano mujaidín (guerrero santo) Abu Maha al Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados (chiitas”, señaló.
Asimismo, otro coche bomba explotó este domingo en el mercado popular Shalal, en el noreste de Bagdad y de población también mayoritariamente chiita, con un saldo de al menos cinco muertos y 16 lesionados, pero sin que hasta ahora nadie reivindique este atentado.
Horas después de los atentados, el primer ministro iraquí, el chiita Haidar al Abadi, se trasladó a Karrada para ofrecer sus condolencias a los familiares de los fallecidos, sin embargo su visita provocó la ira de la población.
Se tratan de los atentados más mortíferos que sufre Irak desde que las fuerzas iraquíes, apoyadas por la coalición que lidera Estados Unidos, liberaron hace una semana por completo la ciudad de Faluya, en manos del EI desde principios de 2014.
En el último año, las tropas iraquíes han ganado terreno ante los yihadistas, al retomar la ciudad de Ramadi y los pueblos de Hit y Rutba, todos en la provincia de Anbar, al oeste de la capital.
El EI todavía controla Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, así como importantes territorios en el norte y el oeste del país.