Filadelfia.- Con la luz del día se hizo evidente la destrucción causada por el descarrilamiento de un tren de Amtrak en Filadelfia en el que murieron seis personas y decenas resultaron heridas.
Algunos sobrevivientes tuvieron que escapar por las ventanas de los carros volcados; uno de los siete vagones quedó completamente destrozado.
El accidente cortó la ruta ferroviaria más transitada del país, entre Nueva York y Washington, mientras los investigadores federales comenzaban a buscar la causa del siniestro entre los restos retorcidos del convoy.
El tren 188 del servicio rápido Northeast Regional viajaba de Washington, D. C. a Nueva York cuando descarriló poco después de las 9 de la noche del martes. A bordo había 238 pasajeros y cinco tripulantes, indicó la compañía ferroviaria Amtrak.
El alcalde Michael Nutter, que confirmó las muertes, dijo que la escena era horrible y todavía no se había localizado a todos los que iban en el tren.
“Es un caos absolutamente desastroso”, dijo. “Nunca he visto nada como esto en mi vida”.
El doctor Herbert Cushing, del hospital de la universidad Temple, informó el miércoles que una persona murió durante la madrugada a causa de una lesión en el pecho.
Los siete vagones y la locomotora mostraban daños de diverso grado, señaló Nutter. Algunos vagones estaban “totalmente volteados, de lado, desgarrados”.
Más de 140 personas fueron trasladadas a hospitales para ser atendidas o evaluadas y seis estaban heridas de gravedad.
La causa del descarrilamiento era desconocida en un primer momento, aunque Amtrak dijo estar investigando, y señaló que había enviado luces portátiles para iluminar la escena durante la noche mientras los trabajadores inspeccionaban los restos.
La Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte anunció que formaría un equipo de investigación, que llegaría al lugar el miércoles por la mañana. La Administración Federal de Ferrocarriles señaló que enviaría al menos ocho investigadores.
“Es una escena devastadora aquí”, dijo Nutter. “Caminamos toda la longitud del tren, y la locomotora se separó por completo del resto del tren, y uno de los vagones está perpendicular a los demás. Es increíble”.
La parte delantera comenzaba un giro cuando empezó a sacudirse antes de detenerse de forma repentina.
Un empleado de The Associated Press, Paul Cheung, viajaba en el convoy y dijo que estaba viendo videos cuando “el tren empezó a desacelerar, como si alguien hubiera tirado del freno”.
“Entonces, de pronto podía ver todo sacudiéndose”, dijo. “Veía las cosas de la gente volando sobre mí”.
Cheung dijo que otro pasajero le había instado a escapar por la parte trasera del vagón, cosa que hizo. Otros pasajeros trataban de salir por las ventanas de los vagones volcados, dijo.
“La parte delantera del tren está muy dañada”, comentó. “Se ve como auténtica chatarra. Todo es como un montón de metal”.
La pasajera Gaby Rudy, de 18 años y procedente de Livingston, Nueva Jersey, volvía a casa desde la Universidad George Washington cuando se produjo el siniestro. Estaba durmiendo, señaló, cuando de pronto sintió que el tren “caía de la vía”.
Los minutos siguientes estuvieron llenos de cristales rotos y humo, dijo Rudy, que sufrió lesiones menores. “Nos dijeron que teníamos que correr lejos del tren por si viniera otro tren”, dijo.
Otro pasajero, Daniel Wetrin, estaba entra las decenas de personas trasladadas después a una escuela primaria.
“Creo que el hecho de que saliera andando lo hace aún más surrealista porque mucha gente no salió caminando, dijo. “Salí caminando como si estuviera en una película. Había gente de pie, gente con el rostro ensangrentado. Había gente, sillas, mesas rotas por el compartimento (…) cables eléctricos tirados por el suelo cuando salías del tren”.
La policía llenó el lugar del accidente en Port Richmond, una zona de clase trabajadora, y pidieron a los curiosos que retrocedieran y se alejaran del tren.
Las carreteras en torno al lugar del accidente quedaron cortadas. Equipos de bomberos seguían acudiendo a los vagones, sacando a los pasajeros.
Varios heridos, entre ellos un hombre que se quejaba de dolor en el cuello, fueron trasladados en camillas. Otros salieron tambaleándose de los vagones, y subidos a autobuses municipales.
El ex legislador Patrick Murphy viajaba en el tren y dijo haber ayudado a personas. Difundió por Twitter fotografías de bomberos que socorrían a pasajeros en los vagones afectados.
“Oremos por los heridos”, agregó.
La zona se conoce como Frankford Junction y tiene una gran curva en la vía. No está lejos de otro punto donde se produjo uno de los accidentes ferroviarios con más muertos del país: el descarrilamiento en 1943 del Congressional Limited, que iba de Washington a Nueva York, y en el que murieron 79 personas.
Todo el tráfico ferroviario en el transitado recorrido Nordeste entre Nueva York y Filadelfia quedó suspendido, indicó Amtrak.
“No hay ninguna circunstancia en la que pueda haber servicio de Amtrak esta semana a través de Filadelfia”, dijo el alcalde de la ciudad, señalando a los daños en las vías y los cables.
El descarrilamiento se produjo en Port Richmond, uno de los cinco barrios de los que se conoce como los River Wards de Filadelfia, densos barrios de casas adosadas ante el río Delaware.