“Gracias por existir, por enseñarme a sonreír, a ser yo, a dar un abrazo, un beso, a ser sincera. Gracias por amarme”, escribió Lety Calderón en su cuenta de twitter, el pasado 17 de febrero, fecha en que su hijo Luciano cumplió 11 años de edad, 11 años que han sido los más felices y enriquecedores en su vida.
Luciano es un niño especial, tiene Síndrome de Down, e ilumina la vida de Lety, que no se cansa de agradecer su presencia en su vida “11 años, 11 años, 11 años de felicidad, de risas, de desvelos, de emoción. 11 años de poder abrazar y decirle a mi hijo: TE AMO”, agregó.
Lety tiene otro hijo, Carlo de 10 años, quien es otra luz en su vida, el hijo que la ha acompañado en esta lucha de hacer de Luciano un ser feliz, con alas fuertes para que un día ambos vuelen por sí mismos. “Somos un gran equipo”, refiere.
Separada del padre de sus hijos desde hace siete años, Lety tiene sobre ella la responsabilidad total de criarlos, atenderlos, hacerlos felices y lo ha hecho muy bien.
“Yo aspiro a que mis dos hijos sean hombres de bien, que logren un día ser fuertes, productivos e independientes”, señala la actriz, quien está muy orgullosa de los dos.
Sin embargo, el camino para llegar a estos 11 de aprendizaje y felicidad, no ha sido fácil, acepta, que desde que no escuchó a Luciano llorar al nacer, supo que algo no estaba bien.
“Luego, cuando me dijeron que tenía tres soplos en el corazón y síndrome de down, me preocupó más su problema del corazón que el síndrome, que sí me sorprendió, pero me dije, es mi hijo y yo lo quiero, no lo pedí perfecto; después, sí acepto que lloré, pero nunca dije “¿porqué yo?”, señala la actriz, quien en ese momento formaba una pareja muy sólida con Juan Collado, el papá de Luciano.
Agrega, que lloró porque sentía que no estaba preparada para atenderlo, para conducirlo en vida, no sabía absolutamente nada del síndrome, temía de su propia ignorancia y la de la gente, temía la lástima para su hijo, pero parece ser ese temor duró un segundo, porque enseguida se volcó a un amoroso cuidado, donde ha imperado la investigación, el estudio, las terapias, todo, lo que le ha dado seguridad y conocimiento, para que él viva normalmente.
Su problema del corazón está superado, y hoy es un diablillo que corre y salta por todas partes.
Lety narró paso por paso su experiencia como mamá de un niño especial, en el libro “Luciano, un ángel en mi vida” y 11 años de su nacimiento, Lety da gracias a Dios de tenerlo.
Con el nacimiento de sus hijos y el gran trabajo que le demandan, la actriz de telenovelas tan exitosas como “Esmeralda”, dejó en segundo plano su carrera, pero no la deja definitivamente, porque también sabe que le es muy necesaria para su desarrollo personal, lo único que hace ahora es escoger proyectos que le permitan estar lo mas cerca posible de sus hijos.
Sin duda, Lety es un mamá muy especial.