Default Gallery Type Template
This is the default gallery type template, located in:
/home/mixedvoces/public_html/wp-content/plugins/nextgen-gallery/products/photocrati_nextgen/modules/nextgen_gallery_display/templates/index.php.
If you're seeing this, it's because the gallery type you selected has not provided a template of it's own.
Cuernavaca, Morelos.- Tres de las hijas de Joan Sebastian, encabezaron la develación de su Estrella en La Plaza de Armas de Cuernavaca, Morelos, donde se ubica el Paseo de las Estrellas.
Aunque se había anunciado la presencia de José Manuel y Julián Figueroa, sólo asistieron a este homenaje, Zarelea, Marcelia y Deyabeth Figueroa, quienes estuvieron acompañadas de Alina Espino, la última pareja del cantautor guerrerense, además de sus hermanos Juan Marcos, Rosa y Judith, excusando a Federico, quien señalaron tuvo trabajo.
La develación, organizada por Pablo Castro Zavala, corrió a cargo de Zaralea y Marcelia, quienes agradecieron el cariño que el público guarda a la memoria de su padre, expresaron asimismo, que están muy orgullosas de su trayectoria y se sienten honradas de estar en homenajes como este.
“Todo el público, cada uno de ustedes que recuerdan a mi papá, son muy importantes para nosotros, no me queda más que decirles gracias Cuernavaca, gracias a todos”, dijo Zarelea.
Por su parte, la señora Alina, madre de las dos hijas del cantautor, expresó que Joan era un gran ser humano y así le gusta que lo recuerden, porque él quiso mucho a su público.
“Es un honor este homenaje, nos conmueve mucho el cariño que le tiene el público. Fue un gran artista, un hombre muy talentoso. Mis hijas están muy conmovidas, asimilando la enorme pérdida”, señaló.
El corte de el listón corrió a cargo de toda la familia presente, y el momento emotivo se lo llevó la pequeña Deyabeth, quien fue la encargada de liberar una paloma blanca y dedicarle un sentido “te amo papá”, al “Ídolo de Juliantla”.
Después de la develación, La Internacional Sonora Santanera dedicó su actuación al desparecido cantautor, a quien dijeron, siempre admiraron.
No hay problemas con la herencia
Aunque siempre se había mantenido alejada de la prensa, Alina Espino hoy sí quiso expresar que el juicio sucesorio intestamentario de Joan, se hizo porque era legalmente necesario y es algo en lo que está de acuerdo toda la familia Figueroa, incluida ella, como madre de Marcelia y Deyabeth.
“Está todo en orden, el juicio era necesario, pero todo esta bien, todo en orden, inicia este 10 de diciembre”.
La señora Espino expresó que entre la familia hay armonía y buena comunicación y fue algo en lo que todos estuvieron de acuerdo.
“Todos estamos unidos como a Joan le hubiera gustado, como él quería, no puedo adelantar nada del juicio, porque aún no ha iniciado”.
Aclaró que tanto José Manuel como Julián y los demás hijos de Joan, quieren mucho a sus hijas.
“Están muy unidos, siempre ha habido una muy buena relación, muy cariñosos con mis niñas”.
Para Alina, esta unión entre los hermanos es mucho más importante que los bienes materiales, pues es justo lo que Joan siempre les fomentó “yo por mi parte, tengo lo más importante de Joan, a mis dos hijas. Él era un hombre maravilloso, un hombre amantísimo, un gran padre y gran artista, un gran ser humano en toda la extensión de la palabra”.
Del juicio que iniciara Érica Alonso, madre de Juliana, una de las hijas de Joan, expresó que es una situación muy desafortunada que se tendrán que arreglar en los tribunales.
Asimismo, consideró infundadas las acusaciones que le hicieran al decir que no estuvo presente con él en su agonía, porque andaba de compras en Miami.
“Siempre habrá esos comentarios malintencionados, pero nosotros estuvimos a su lado, durante los 16 años de su enfermedad. Y si salimos unos días antes de su deceso, fue a petición expresa de él, para que las niñas se distrajeran un poco, pero siempre estuvimos con él, estos comentarios duelen cuando sabe uno que vienen de gente cercana”.
Respecto al porqué no le gusta dar entrevistas señaló: “el artista era él, el hombre público era él, y yo me mantuve donde debía estar, y Joan lo valoró siempre”.