México.- Para atender los fenómenos migratorios de manera seria se requiere, desde luego, de buenos diagnósticos, pero también de sensibilidad social para valorar la contribución de esta población a los países no sólo de origen, sino de tránsito y destino, afirmó la canciller Claudia Ruiz Massieu.
Señaló que “se requiere también de corresponsabilidad entre los distintos actores involucrados, de inteligencia y trabajo, no de muros ni retórica”, y agregó que la clave de la diplomacia mexicana es que ha fundado su centralidad y dinamismo en la cooperación y no en la imposición.
En la firma del “Proyecto de Cooperación sobre la Prevención de la migración no acompañada de niñas, niños y adolescentes en comunidades de origen del triángulo norte de Centroamérica”, expuso que “nos gusta caminar ni adelante ni atrás, sino al lado de nuestros aliados”.
Destacó que este proyecto busca prevenir la migración mediante la creación de oportunidades, y puntualizó que en los últimos dos años la migración de menores no acompañados procedentes de esa región hacia Estados Unidos se incrementó en más de 330 por ciento.
Tan sólo de octubre de 2015 a enero de 2016, este fenómeno creció en más de 100 por ciento respecto del año anterior, mencionó durante la firma del convenio, que logró la alianza entre el gobierno mexicano, mediante el Amexid y la Secretaría de Desarrollo Social, y los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Así como con la Agencia Internacional de Cooperación del gobierno de Alemania y la iniciativa desde la sociedad civil Save The Children.
En el salón María Morelos y Pavón de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Ruiz Massieu estableció que durante 2015 el gobierno de México repatrió a más de 20 mil menores de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Destacó que la migración es vista muchas veces como un problema que hay que administrar o como un tema esencialmente de procedimientos y de trámites.
“Esto es un enfoque simplista que desestima su componente humano, las historias de superación, valor y arrojo que construyen todos los días millones de migrantes en todos los rincones del mundo, pero que además ignora las causas de raíz que la generan”, indicó.
Para México, expuso, la migración es un tema particularmente cercano, como lo es para prácticamente todas las naciones de Latinoamérica y las de América del Norte y otras regiones.
Es parte de nuestra historia fundamental como naciones, parte de nuestro presente y, sin duda, uno de los factores definitorios para nuestro futuro en este siglo XXI en lo económico, lo político, lo identitario y en lo social, añadió.
La canciller indicó que cada quien, desde su trinchera, trabajará para ofrecer a los menores los incentivos laborales, educativos, familiares y de seguridad para que, por un lado, menos jóvenes decidan migrar y, por otro, que quienes ya están fuera vean en su retorno posibilidades reales de encontrar una mejor vida en sus países de origen.
Indicó que este proyecto es el primero financiado por el fondo conjunto México-Alemania que aportará en dos años 500 mil euros; también, el gobierno de la República, a través del Amexid, aportará un millón de dólares durante tres años.
Mientras que Save the Children México contribuirá con un monto inicial de 55 mil dólares, mismo que se espera aumentará conforme el proyecto avance.
Expuso que con este esfuerzo se prevé beneficiar directamente sólo en la etapa piloto a seis mil 68 personas, de las cuales 90 por ciento son niños y jóvenes, y hasta 30 mil más de forma indirecta.
Dejó claro que “para nuestro país, Centroamérica tiene un valor fundamental, los países de la región son nuestros vecinos, aliados, amigos y compañeros de viaje. No hay tema centroamericano que le pueda ser ajeno a México”.
“Históricamente, México ha sido una fuerza propositiva en esta región. Queremos mantener un papel dinámico”, puntualizó.