México, DF.- Motivado por el asesinato de la Alcaldesa Gisela Mota, en Temixco, el semanario británico The Economist afirma en su edición más reciente que la política es un negocio riesgoso en México.
Como refuerzo, la revista enumera los 7 candidatos asesinados en las elecciones de junio pasado, los 70 que sufrieron algún ataque en ese periodo y los 40 que han sido asesinados en los últimos 8 años.
“El más reciente asesinato está entre los más sorprendentes: el 2 de enero Gisela Mota, Alcaldesa de Temixco, a unos 85 kilómetros al sur de la Ciudad de México, fue asesinada en su casa por varios homicidas apenas un día después de tomar posesión”, recuenta el semanario.
En su publicación titulada “Muerte y el Alcalde”, The Economist expone las teorías que se barajan en México respecto a las razones del asesinato, por el que la policía detuvo a tres personas y abatió a otras dos.
“Mota, una ex legisladora del Partido de la Revolución Democrática, de izquierda, prometió luchar contra el narcotráfico. Temixco es una escala importante en una de las rutas principales para mover droga a la Ciudad de México. Pero después de un solo día en el cargo difícilmente tuvo tiempo de amenazar a los narcotraficantes de la región”, afirma.
“Graco Ramírez, el Gobernador de Morelos, entidad a la que pertenece Temixco, ofrece un teoría diferente. Él piensa que Mota fue asesinada porque apoyaba el control estatal de la policía local, una política conocida como Mando Único”, reza la publicación.
El semanario explica que la idea del control estatal de la policía fue impulsada por el Presidente Peña Nieto tras la desaparición de 43 normalistas en Iguala en septiembre de 2014, donde la policía local trabajaba con un grupo de narcotráfico.
“Promotores del Mando Único afirman que los estados pueden modernizar las fuerzas policiacas, coordinarlas mejor y darles más dinero. Los Alcaldes enfrentarían menos riesgo si no están directamente involucrados en trabajo policial. Y los corruptos tendrán menos oportunidad de esconderlo”.
“Críticos de la medida dicen que no hay pruebas de que esto modernizaría las policías. Las fuerzas bajo órdenes del Estado no son inmunes a la corrupción. Dos ex Gobernadores de Tamaulipas son buscados por la Agencia de Drogas de Estados Unidos”, contrasta.
La publicación menciona que tras el homicidio de la Alcaldesa el Mando Único fue impuesto en los 15 municipios del Estado.
“Si Mota fue asesinada como castigo por apoyar el Mando Único, el homicidio activó la acción que buscaban evitar”, asevera.
Según la revista, antes de la muerte de Mota otros Alcaldes se han enfrentado a mayores riesgos, pues en la última década Michoacán y Oaxaca han tenido más asesinatos de Ediles que cualquier otra parte.
“Varios Alcaldes del norte de México, desde donde las drogas salen para Estados Unidos, tienen miedo de trabajar en las localidades que los eligieron”, indica el texto cintando a Bernardo Gómez, de la consultoría Misiones Regionales de Seguridad.
“El Mando Único puede ofrece menos protección de la que lograrían más y mejores guardaespaldas. Cuando un Alcalde es asesinado, dice el analista de seguridad Alejandro Hope, la policía debería perseguir no sólo a los asesinos, sino a sus jefes. Si matas a un Alcalde y no pasa nada, el siguiente sólo va a ceder”, expone el semanario en voz de Hope.